Los edificios de viviendas y de servicios consumen cerca del 40% del total de la energía final, y una buena parte de esta energía se desperdicia debido a que
- Los equipos y las instalaciones no son eficientes o están obsoletos,
- Los edificios no están suficientemente aislados térmicamente y necesitan mucha energía para aclimatarlos,
- Hacemos un mal uso de los edificios, regulando mal las temperaturas, dejando encendidas las luces y los stand-by .
La distribución del consumo de energía del hogar en Cataluña es, según la Guía de la renovación energética de edificios de viviendas del ICAEN: – 41,4% para la calefacción – 22,2% para los aparatos electrodomésticos – 17,1% para la generación de agua caliente sanitaria – 10,2% para la cocina – 7,7% para la iluminación – 1,4% para el aire acondicionado Cada día es más necesaria la reducción y la racionalización de los consumos energéticos derivados del uso de los edificios, por lo que se hace imprescindible la diagnosis energética de los edificios y viviendas, con una auditoría energética.